Cadereyta bajo fuego: regidores denuncian acoso, nepotismo y uso político del municipio por Astrid Ortega

La administración de la presidenta municipal de Cadereyta, Astrid Ortega, atraviesa su momento más crítico: regidores de todas las fracciones políticas, PRI, PAN, PVEM, PT e inclusive una de Morena, alzaron la voz en una rueda de prensa para denunciar lo que llamaron un gobierno marcado por el acoso político, la opacidad, el nepotismo y la sumisión al grupo de Gilberto Herrera.
La regidora de Morena, Juana García, reveló que ha sido víctima de acoso por parte de la propia administración, luego de realizar gestiones sociales en beneficio de la ciudadanía. Según relató, personal de Comunicación Social irrumpió en su negocio particular para grabarla durante 25 minutos, sin justificación alguna.
Uno de los temas más delicados es la injerencia del hermano de la presidenta, Vicente Ortega, a quien los regidores acusan de asignar espacios, contratar proveedores y tomar decisiones en el marco de la Feria de Cadereyta sin ocupar cargo oficial.
El regidor del PRI, Orlando Muñoz, fue contundente: “Cadereyta se ha vuelto la caja chica de Gilberto Herrera. Hay gente de él trabajando aquí, empezando por el oficial mayor. La mitad de la plantilla laboral son foráneos y muchos provienen de Bienestar”.
Las críticas también alcanzaron la falta de liderazgo de Astrid Ortega. La regidora panista Valeria Martínez afirmó que la presidenta “se la pasa bostezando en las reuniones de Cabildo y metida en el celular”, mientras que la regidora del PT, Marisa Morán, señaló que Ortega sigue actuando como si estuviera en campaña: “Ya se acabaron las campañas políticas, pero parece que no lo entiende”.
Los regidores denunciaron que no son convocados a reuniones previas de Cabildo, no son tomados en cuenta en la planeación municipal y, cuando se les invita, es únicamente para solicitar apoyos directos.
Incluso, señalaron que no existe diálogo desde hace dos años y que, de ser necesario, solicitarán la mediación de la Secretaría de Gobierno para frenar la parálisis política que enfrenta Cadereyta.