Sergio Jerónimo es una figura de choque constante con las autoridades en Querétaro, sin importar el color. Suele utilizar los reclamos sociales y a los grupos sociales vulnerables como los comerciantes ambulantes para explotarlos política y económicamente cobrando piso por el uso de espacios en la vía pública.

Suele organizar plantones o agresiones e invasión de espacios públicos para generar la impresión de desorden y falta de control.

En febrero de 1998, encabezó junto a Anselmo Robles y Pascual Lucas Julián, el ataque al autobús que transportaba a los miembros del Gabinete del Presidente Ernesto Zedillo, luego del evento conmemorativo de la Promulgación de la Constitución Mexicana. Operaba a través de una organización denominada Frente Independiente de Organizaciones Sociales (FIOS), posteriormente le cambió el nombre a Frente Independiente de Organizaciones Zapatistas (FIOZ) tratando de con ello ganar la simpatía de todos los seguidores de este movimiento que en aquel tiempo estaba muy de moda. Este altercado provocado le costó 6 años de cárcel siendo Gobernador Ignacio Loyola Vera.

A partir del 2013 fue opositor a la reforma educativa que se impulsaba en ese entonces, y exigía la reinstalación de maestros que habían sido cesados por diversos motivos, por lo que organizó varias manifestaciones.

En 2017 provocó a diversos grupos y organizaciones de trabajadores a realizar disturbios durante el desfile del 1ro. de mayo. Por este motivo fue detenido bajo el cargo de motín y fue liberado días después tras pagar una multa.
El 24 de diciembre de 2018 organizó a un grupo de comerciantes ambulantes para invadir calles del Centro Histórico, lo que provocó la agresión a un grupo de inspectores municipales que intentaron llamar la atención de dichas personas.

En abril de este año, estuvo detrás de un grupo de indígenas que bloquearon la avenida 5 de Febrero con el pretexto de la “defensa de un pozo de agua que quería explotar la Comisión Estatal de Aguas para compartir a otros barrios del municipio de Amealco.

Durante las campañas electorales en 2021, Sergio Jerónimo promovió una nueva invasión de comerciantes ambulantes al Centro Histórico muy de cerca con Pablo González Loyola y en apoyo a Celia Maya.

El movimiento pretendía defender el derecho de artesanos indígenas a comercializar sus productos, sin embargo se trababa de revendedores de mercancía de otros estados que nada tenía que ver con artesanías. Esto le volvió a costar unos días de cárcel.

Hoy los comerciantes y residentes del centro histórico reclaman a las autoridades esta nueva invasión ya que su seguridad está en juego además de generar una competencia desleal ya que los comerciantes establecidos pagan impuestos y cumplen con las normas municipales y estatales.