UAQ: Guerra sucia por delante y propuestas al olvido

Pareciera que ser Rector o Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro es un premio más que un cargo de absoluta responsabilidad.
Ante los asombrados ojos de el alumnado y del personal docente y administrativo que sueña con tener mejores espacios y condiciones para estudiar y desarrollarse profesionalmente, se encuentran cinco candidatos que empiezan, políticamente hablando, a golpearse unos a otros a entre sí.
Se supondría que el proceso interno para elegir al Rector o a la Rectora ideal no tendría por qué caer en la politiquería barata, pero las pasiones se han desatado entre los candidatos.
Todos exponen estar preparados para tomar en sus manos la Universidad Autónoma de Querétaro, pero la cancha donde ellos exhiben sus propuestas se ha convertido en un ring, haciendo que no hayan garantías para todos dentro de la contienda.
Y es que la Comisión Electoral de la UAQ anda medio dormida. No se ve que nadie ponga orden, incluyendo la actual rectora, Margarita Teresa de Jesús García Gasca, que ya se subió al pleito al citar a una rueda de prensa para “aclarar” el asunto del plagio de su tesis de Doctorado… es decir, que aunque asegura actuar de manera neutral y no intervenir en el proceso electoral, la pasión por algún candidato y la aberración por el otro ya se le salió de las manos (como algunos otros asuntos en la universidad, pero eso es otro tema).
Es una vergüenza porque si hablamos en términos de bullying, ese que tanto padecen los estudiantes de todas las esferas en este país, pues tenemos a cinco candidatos señalándose unos a otros y mostrando que la UAQ es un pastel entero que quieren para ellos y que ni siquiera piensan en compartirlo.
¿Cuál es el ejemplo que se les está dando a los estudiantes? ¿Y luego pretenden que los mismos estudiantes tomen con respeto las reglas, normas y lineamientos de sus profesores y directivos?
Alguien que les diga a las y los candidatos que ya se están pareciendo mucho a los políticos que abundan en nuestro país y la UAQ merece más, mucho más que eso.