Como en todo conflicto, el de la UAQ no está exento de rumores, algunos con mayor fundamento que otros, pero hoy hay quienes asignan parte de este conflicto al Senador de Morena Gilberto Herrera quien se ha caracterizado por operar diversos conflictos en el estado con grupos de choque, tales como algunas protestas por el reemplacamiento, el conflicto por la Ley de Aguas en las afueras de la Comisión Estatal de Aguas, en el cual incluso movilizaron indígenas desde la ciudad de México en camionetas etiquetadas como “Otomíes”.

Distintas estudiantes han denunciado a algunos maestros de acoso sexual, medios de comunicación comenzaron a publicar diversos casos que han pasado “desapaercibidos” e incluso han sido mediados por la misma Rectora y el Director Jurídico, Gonzálo Martínez para evitar que trasciendan. Pero internamente lo único que hace rectoría es removerlos a otros puestos dándoles protección.  El momento más álgido lo provocó la denuncia de la directora de la Facultad de Ciencias Políticas Dra. Marcela Ávila-Eggleton quien luego de reunirse con Gonzalo Martínez, abogado de la universidad para hacerle saber del caso de una estudiante que sufría acoso por parte de un compañero, lo único que hizo la Rectora fue acusarla de “mentirosa y manipular la información con el fin de hacerle daño”.  Fue a raíz de este incidente que se inició el paro estudiantil en la UAQ.

Hace un par de días se dió a conocer en redes sociales que el Senador Gilberto Herrerá se había reunido para desayunar con la Directora de la facultad de Ciencias Políticas de la UAQ, Marcela Ávila-Eggleton en el tradicional restaurante Las Monjas de la ciudad de Querétaro.

Basta recordar que el hoy Senador Gilberto Herrera dio el salto de la UAQ a la política, mismo camino que pareciera buscar la Rectora Teresa García, lo cual los hace rivales no sólo académicos sino políticos.